¿ME CANSE O ME CASE EN PANDEMIA?
Juan Sebastián Sierra Coronado
Estudiante del grado 701
A través de todo este tiempo he visto a las personas en confinamiento, sin poder salir a pasear en el puente festivo, ni a su trabajo o quizás simplemente ir a un parque a comer un helado. Todos estos días he visto como mi vida cambio de un día a otro sin ni siquiera tener el tiempo para deglutir lo que pasa.
Para algunos ha sido la oportunidad para reinventarse, cambiar, estar al lado de sus familias y compartir momentos memorables, para otros ha sido el tormento de quedarse sin empleo de ver como su economía se debilita día a día.
Yo por mi parte vivo mi propio destino, estoy aquí en casa y tengo mis clases virtuales, tengo a mi madre a mi padre y ahora a mi hermano. Hemos tratado de hacer de nuestro hogar algo diferente cada uno tiene una labor a realizar pero la verdad cada día ha sido muy monótono, por eso he tenido que recurrir a los juegos virtuales que hacen algo diferente. Yo pensé que todo esto iba a terminar pronto pero cada vez se extiende más, por eso me puse a pensar ¿qué harán los demás?
Mas allá de mis amigos tengo a mi familia y en especial a mis tías que en realidad son lo mejor conmigo. Para la historia va a quedar lo que cada una hace; cada una son vidas diferentes pero decidí centrarme en la boda que prepara mi tía, en serio ¿casarse en plena pandemia?, si, si que es distinto.
Pero como serán los preparativos de la boda pues será algo muy distinto y si a eso le sumamos que la mayoría de la familia sufre de diabetes, tiroides y demás pues sí que va a ser diferente. En casa de mi abuela todos están de afán pues mi tía se casa la otra semana y son muchas las cosas que se deben tener en cuenta, zapatos, vestidos, uñas y demás. Tal parece que así haya, pandemia la vanidad no se queda atrás y hasta el tapabocas será un protagonista muy importante dentro de la ceremonia.
Como estamos en pandemia todo será distinto, la comida debe ser dentro de los protocolos de seguridad biológica y debe estar empacada, la boda será campestre en una finca muy bonita por cierto y quizás sea el primero de los matrimonios a los que ningún familiar va a ir, por mi parte no podré asistir, en mi casa hay una enfermedad de comorbilidad pues mi papá tiene diabetes, razón por la cual nadie irá para proteger su salud.
Todo esto es una locura, mientras nosotros tratamos de no salir, mi tía se prepara para asistir al evento de su vida que además quedará enmarcado a recordar como la boda en plena pandemia.
Los trajes de los novios son en telas anti fluidos y por seguridad todos irán así, con suntuosos tapabocas del color del traje claro está para no desentonar, como hay pico y placa, cada familiar deberá reportar por el aplicativo de coronapp para poder ir. La boda no podrá tener más de 20 asistentes los cuales deberán estar acomodados en sillas con dos metros de distancia en la finca, eso si será muy chistoso ver el video, ah lo olvide, por protocolo, solo se podrá hacer un video, nada de foto en celulares, eso dice la invitación por aquello de que hoy todo se sube a redes.
Como tal la fiesta no podrá ser normal pues no se podrá beber licor ni siquiera para el brindis, el padre tendrá puesto tapabocas y obviamente todos los invitados, razón por la cual el calor invadirá sus caras y con ellos los olores, se imagina un beso con el tapabocas y hasta que la muerte los separe jeje... no debe ser muy divertido pero la verdad no lo envidio.
Atrás entonces quedan los trajes y los peinados de gala elegantes para el evento y entra en furor el overol anti fluido de colores quizá ácidos o de colores básicos, ah y no debemos olvidar los guantes. Todos los invitados, o sea, mi abuelita, mi tía Daniela, los padres del novio y los abuelos, están listos para ir a la finca, es muy curioso en plena pandemia, y todos muy eufóricos por asistir a la boda de mi tía, bueno menos yo, pues igual no voy a poder ir.
Por eso el título de mi escrito porque todo ha girado alrededor de lo cansado que estoy de la pandemia y de la boda de mi tía, quizás en otras circunstancias todo fuese muy distinto y yo hubiese podido ir y estaría alistando la pinta, pero no, por ahora me tocará ver si les fue posible tomar alguna foto y ver desde lejos. Ahora solo puedo decir me cansé de la pandemia y mi tía se casó en pandemia.