top of page

PUEBLOS INDÍGENAS Y PANDEMIA, UN CAMINO PARA SEGUIR PERMANECIENDO EN LA VIDA

 

Lucia Alejandra Estrada Zuleta

Estudiante del grado 905

       

Los pueblos indígenas en el mundo son aproximadamente 400 millones de personas, que corresponden un poco más del 5% de la población mundial, de los cuales se indica que alrededor de un 15% se encuentran en empobrecimiento extremo. En el caso de Colombia, Según el Censo Nacional de Población y Vivienda CNPV 2018, la población que se autorreconoce como indígena en el país es 1.905.617, correspondiente a 115 pueblos.

 

La pandemia ha generado un gran impacto a la humanidad y los pueblos indígenas no son ajenos a esta situación; no es la primera vez que los pueblos indígenas tienen que sufrir este tipo de situaciones. En el pasado los colonizadores trajeron enfermedades que mataron a miles de indígenas, aunque han tenido que soportar esto y muchas cosas más, se han mantenido unidos gracias a la sabiduría ancestral, una estructura gubernamental y control territorial.

 

La respuesta del estado colombiano y en general de los países con población indígena ha sido deficiente frente a las medidas y acciones de prevención y protección de las comunidades; se desconoce cuál es la realidad que les ha tocado afrontar ante esta emergencia mundial, sin saber realmente lo que ocurre en los territorios y con las familias que por diversas razones se encuentra asentadas en las zonas urbanas. Es urgente, por lo tanto, generar políticas pertinentes, incorporando los conocimientos de los pueblos indígenas, sus usos y costumbres, prácticas ancestrales que les ha permitió permanecer.

 

En la presente pandemia todos los pueblos, de manera autónoma y libre determinación, orientados por sus formas de gobierno propio han establecido acciones y medidas de autoprotección y cuidado; entre las acciones y medidas que han puesto en práctica se pueden destacar acciones sobre contención y control territorial, práctica de la medicina propia, economía y el buen vivir y el fortalecimiento de la educación.

 

  • Contención y control territorial

Las autoridades indígenas han puesto puntos de control para el ingreso y salida del territorio, los cuales están bajo el control de la guardia indígena. De igual forma se ha hecho el llamado a no visitar a los territorios y quien lo hace debe aplicar un protocolo de bioseguridad y bioprotección propia.

 

  • Práctica de la medicina propia

Se vienen realizando actividades de medicina tradicional de acuerdo con sus prácticas culturales, tales como rituales, limpiezas espirituales, preparación de medicinas con plantas, elaboración de lociones antibacteriales. También se realizan capacitaciones y campañas de protección y cuidado del virus, estregas de kits a las personas que cumplan alguna función comunitaria como los profesores, médicos, mayores, guardia, etc.

 

  • Economía y el buen vivir

Se han promovido campañas de trueques o intercambios de productos artesanales por apoyos alimentarios o monetarios. Esta práctica también se realiza al interior de las comunidades donde se intercambian alimentos como principio de reciprocidad y ayuda mutua. También, se han presentado proyectos productivos, aunque la respuesta en la mayoría de los casos tiene resultados negativos por parte del gobierno. De igual forma se han gestionado y recibido ayudas humanitarias como kits de alimentos, subsidio de arriendo, ayudas monetarias, etc.

 

  • Fortalecimiento de la educación Propia

En cuanto a la educación el Estado tiene unas deudas resultado del abandono que les ha tocado asumir a los pueblos, que evidencian infraestructuras dañadas, falta de equipos tecnológicos, falta de conectividad… Sin embargo, en las comunidades han hecho estrategias desde un modelo desescolarizado y la vivencia de la educación propia, desarrollando un acompañamiento de los estudiantes y la familia por medio de visitas a las casas y la implementación de módulos que contienen los conocimientos universales y los saberes propios de cada cultura; con enfoque de educación comunitaria, que contempla actividades en diferentes espacios de la comunidad como las huertas, ríos, fincas, casas ceremoniales, sitios sagrados etc., y con el acompañamiento de los mayores/mayoras, sabedores, la familia, entre otros.

 

Con todo lo anterior, se puede concluir que a pesar de que los pueblos indígenas a lo largo de los años han sido dañados y desamparados por los gobiernos, en esta pandemia se resalta su cultura, conocimientos y organización permitiéndoles pervivir en el tiempo, con lo cual podemos enfatizar el amor por su cultura y su pueblo, que marcó un camino por vivir y resistir.

 

Las medidas autogestionadas por las organizaciones y comunidades indígenas han sido efectivas, ya que incorporan en su implementación acciones económicas, territoriales y culturales que requieren ser reconocidas y apoyadas por otros sectores de la sociedad mayoritaria.

 

Sin duda esta pandemia nos desafía respecto de cómo enfrentar estas situaciones, promoviendo a reconocer el origen ancestral, el diálogo intercultural y el conocimiento de las particularidades territoriales y culturales de manera que se puedan generar medidas de prevención, protección y control de los pueblos milenarios de nuestra América.

bottom of page