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LA LIBERTAD... LA FELICIDAD... Y DE OTROS DERECHOS EN LA ESCUELA

 

Wilson Fernando García Castellanos

Coordinador Académico JT

 

 

Esa Escuela, Colegio, como lugar físico, sigue ahí, como si el tiempo y nada pasara, aunque un poco sombría y silenciosa… sin maestros, sin niños, ya no es bulliciosa, no tiene la magia que en algún momento era parte de todos.

 

El concepto que quise desarrollar en tiempos normales, sin pandemia, era el de la Libertad en la escuela, ¿cuál es su sentido?, ¿cómo se desarrolla y cómo se entiende? A pesar de las circunstancias que nos acompañan bajo esta contingencia de la vida escolar, lo voy a desarrollar porque creo que la Libertad en la escuela debe ser el sentido de la misma. A continuación, trataré de hacer una narrativa de la Libertad como un derecho natural en la escuela.

 

Bajo la idea de Libertad, se desarrollan propuestas, se crean conceptos de nación, de país, de ser humano, más allá de los conocimientos de disciplinas o áreas llamadas Matemáticas, Lenguaje, Sociales, etc. Lo más valioso se construye a través del debate, del pensar, de opinar, de vivir y actuar con libertad, y las aulas deben ser (o constituirse) en los centros por excelencia de debate y de opinión libres. Por fortuna las escuelas y los maestros gozan de la libertad de cátedra, derecho garantizado constitucionalmente en el ARTICULO 27: “El Estado garantiza las libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra.” (CPC)[1].

 

El pretexto de dicha Libertad en la escuela debe ser enseñar a pensar para decidir, enseñar a pensar para actuar y enseñar a pensar para ser protagonista o actor social e individualmente.

 

La Libertad en la escuela, implica por ejemplo hablar de la disciplina, “entendiendo la disciplina como la capacidad de las personas para poner en práctica una serie de principios relativos al orden y la constancia, tanto para la ejecución de tareas y actividades cotidianas, como en sus vidas en general. Como tal, la palabra proviene del latín disciplina.[2]

 

Este concepto maravilloso de la Libertad en la escuela nos convoca, nos exhorta a pensar, a poner en práctica una disciplina basada en la confianza, basada en el acompañamiento con la razón y con el corazón, donde nadie tenga miedo de nadie ni de nada, donde haya justicia, donde el derecho fundamental de la vida sea el principio rector de la vida misma  y de la escuela, donde el respeto sea el oxígeno permanente de la vida para todos, donde el que manifieste dificultad aprenda de ella, donde el fracaso nos conduzca a proponernos nuevos retos, mayores desafíos, donde la corrección sea justa y a tiempo. Que la equivocación no sea objeto de burla o temor, sino al contrario se convierta en un aliciente para seguir construyendo, seguir avanzando.

 

De otro lado, la Libertad en la escuela también nos invita a que cada cosa que sintamos, pensemos, digamos y actuemos, sea con amor. Lo anterior implica, pensar y hablar de los maestros y directivos amorosos… No somos ni segundos padres, ni la escuela es el segundo hogar. La escuela es donde el niño va a aprender a ser mejor ser humano (esto gracias a una buena enseñanza) a ser mejores hijos. Aprender y enseñar a mantener mejores relaciones humanas, que lo que aprendo tenga sentido, que le dé sentido a la vida y la escuela es el centro donde se aprende eso y mucho más.  Que los maestros, todos, y junto con sus colegas enseñen y orienten de la mejor manera, con cariño… porque de él, de ese ser humano maravilloso se aprende más y mejor.

 

Finalmente, La libertad en la escuela nos invita a pensar, nos invita a vivir la Felicidad en la escuela. Conceptualizar la Felicidad como un derecho de todos. Vivir la Felicidad en la escuela, no se trata de ocultar las emociones. Tampoco se trata de que todo va bien o va genial, y menos ocultar los conflictos. Sentir y expresar emociones agradables, pero, también emociones dolorosas hacen parte de nuestro diario vivir. Por eso la Escuela debe enseñar sobre estas emociones. Todos en algún momento sentimos tristeza, miedo, rabia, alegría, por qué ocultarlas… sí se deben, aprender y enseñar, a expresar y a controlar.

 

Educar en la felicidad es educar en el optimismo: nuestra tarea es enseñar a SER: positivo, altruista, próspero, puntual, líder, creativo, recursivo, disciplinado, optimista, apasionado, colaborativo, caritativo, agradecido...

 

Quizás no describa nada nuevo, por el contrario, es una descripción desde el sentido común, pero sí mi invitación es incluso a que desde el lenguaje transformemos el concepto de felicidad, que desde ese lenguaje no dejemos de ser agradecidos (agradecer es dar mayor valor a todo) y desde una mirada apreciativa vislumbrar otros mundos posibles. A que este lenguaje positivo y apreciativo, inspire y nos conduzca a incrementar los niveles de creatividad, de innovación, y junto a esto, los niveles de felicidad…

 

Porque tener una mirada apreciativa de la vida, es cuidar y cultivar… es habitar poéticamente el mundo y hoy mi mundo es mi Escuela.

 

[1] Constitución Política de Colombia.

[2] Tomado de https://www.significados.com/disciplina/

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