COVID-19 Y EDUCACIÓN
Angie Valeria Pinto Avendaño
Estudiante del grado 904
El covid-19, también conocido como “coronavirus” ha dado cambios tanto positivos y negativos en la educación. Colegios, profesores, estudiantes y padres de familia han tenido que superar por igual los retos que van desde la conexión de internet hasta la facilidad de las herramientas.
Es importante entender que en los momentos de crisis todos los participantes dentro del proceso educativo han sido afectados de una manera u otra. A la gran mayoría de los colegios el anuncio de cierre de clases los tomó por sorpresa y sin previa preparación para desarrollar su programa de educación a distancia. Algunos maestros sin el conocimiento previo de la ofimática. Hoy los colegios en Latinoamérica están colaborando diariamente para perfeccionar y mejorar sus programas a distancia. Facilitando las clases en línea.
El gran cambio en los profesores
Los profesores han invertido largas jornadas laborales para que sus estudiantes sigan aprendiendo. En cuestión de días, o de horas, la creación de programas virtuales que han llevado educación a miles de estudiantes. Algunas de las herramientas para hacer clases sincrónicas más conocidas hoy son: Teams de Microsoft, Meet de Google, Webex de Cisco y Zoom.
Padres de familia, otros afectados
En la mayoría de los casos las familias no cuentan con internet o comparten un solo dispositivo, complicando aún más el tener que trabajar o estudiar virtualmente. Hay tantas crisis en medio de la pandemia como la disponibilidad de infraestructura tecnológica, anteriormente mencionada y una de las más graves, el reto más complejo de resolver, la salud emocional y mental de los estudiantes. Por suerte han creado estrategias que cumplen con dos objetivos, minimizar los problemas de disponibilidad tecnológica y priorizar la salud emocional de los estudiantes.
El impacto en los estudiantes
Esta cuarentena tiene algunas características que invitan a los estudiantes a tener reflexiones similares. Este será un tiempo donde lo más importante no es la carga académica y las calificaciones de los estudiantes, si no el compartir con la familia.
La pandemia ha traído una fuerte carga emocional que viene de muchas fuentes, miedo a ser contagiado de un virus que poco conocemos, miedo a perder el trabajo, miedo a afrontar las situaciones, miedo a desarrollar habilidades digitales que antes no teníamos. A pesar de todas las adversidades que hemos vivido, y viviremos, hay que ver el lado positivo. Más unión con la familia, la oportunidad de aprender nuevas cosas, el aprender la ofimática entre muchas más.